Pliegos Entintados

jueves, 27 de diciembre de 2012

Pequeña posesión



Solo las tomé para que acompañaran al libro mas importante >_<
Como amo a estos libros :3



Gusto por Sufrir Capitulos 37 & 38

Antes de que el año termine


37 Las verdades


Para la siguiente línea los que faltaban, ya posaban sus traseros en el comedor de Monique.
         -¿Otra señal? -Pedí. No, imploré.
         -Una especie de símbolo. Eso creo.
Gracias Beth, eso necesitaba.
         -¿Solo los Eternit la tienen?
         -Si, bueno, ya vez esa cosa de que los Shadow se entrelazan con su amor eterno. -Asentí para Miriam que hablaba- Pues en ellos aparece ese símbolo en el brazo, en los Eternit aparece un símbolo de nacimiento oculto bajo la piel. Como, un tatuaje en camuflaje, me parece que el color es distinto en cada Eternit. En nosotros hay un tatuaje distinto.
         -Las chicas un pequeño tatuaje por debajo del cuello.- Siguió Derek, ¡ya habla, genial!- Los hombres en la espalda baja, se podría decir que por encima de nuestro riñón izquierdo. Menguante en mujeres, luna llena en hombres.
Me explicó que eso último era la forma que tenían los tatuajes.  Y se formaban a la par de la primer transformación, que en edad variaba en cada persona.
         -¿Y Linne Moon?
Todos respingaron.
         -Supongo que el peor lugar para un lobito- Me dijo Adam.
         -Ahí solo entran Shadows, algunos Eternit. Y Dick el verano pasado.-Comentó Cole.
El se sonrojó. Y aclaró:
         -Cierto, pero… No duré ni el verano completo. Es complicado. Ese lugar es como un Colegio Gótico, en el que te enseñan a ser lo que eres. A controlarte y eso. No me preguntes por que fui ahí. Pero no lo recomiendo. Los shadows que van a ese lugar son pesados. No sé como describirles.
        
Terminaron de comer. Fuimos a la sala y continuaron contándome.
         -Nosotros no estamos contra los Shadows.- Inquirió Miriam- Pero no queremos estar cerca de ellos. Descienden de Darkness y ellos anhelan acabarnos.
         -No puedo defender lo que no conozco, pero los Shadows que han salido de Linne Moon no son malos, al menos los que conozco.
         -¿Y a quienes conoces?
Cole me pedía mucho más que nombres. Me pedía revelar lo que sabía, no lo podía hacer. Aunque fuera poco.
         -A varios. Mayormente hombres- Admití.- Mejor dime a quienes conocen y les diré a quien conozco yo.
Dudaron, bastante. Tardaron mucho en aceptar que yo no les diría nada. Y de pronto… Recordé.
El frío me muerde las orejas. La nariz se congela en mi cara. Las hojas que me trae el viento están plegadas de hielo.
El canto de aullidos me calienta el alma. El canto susurrante de su corazón me calienta el cuerpo en esta fría noche de una especie de inverno.
Me debatía entre una espesa neblina, una fría remembranza, una caliente salida y un reconfortante abismo.
Y ninguno ganaba esta guerra.

         -La verdad es que creo que si soy una Eternit- Escupí finalmente.
Nadie dijo nada en respuesta a mi sugerencia.
Sin importarme si eso tuviese cordura o no dentro de la conversación. Lo solté.
Pude percibir la sonrisa de Monique ¡era tan parecida a la de Jordan!
07 de enero. 2012
         -¿Eso crees?- Me respondió Miriam.
         -Pues si. Por que, no lo sé. Solo… eso creo.
Al final iba a soltarles todo. Era de esperar de mí. Me negaba por mucho. Me hacía del rogar. Y al final terminaba contando todo sin esfuerzo.
         -Eh soñado con rastreadores y shadows antes de conocerles. Y me parece que también con ustedes. Pero no les reconocía, por que los eh visto en forma de lobos.
Y a partir de ahí me fui en picada. Hasta el último detalle. Incluso terminé resoplando lo último que viví con Deborah, mi símbolo y mis sueños más importantes.
Cole me sonrió sarcásticamente.
         -Ahora viene la parte divertida. No nos preguntaste por que tuvimos a dos Eternit aquí.
¡Cierto! Pero no se me había hecho importante. Hasta que su voz sonó con tanta seguridad que me hizo pensar en las posibilidades que había.
         -Esos niños- ¿Quién mas dice niños aparte de Monique, tantas veces?- Vinieron aquí desesperados. Bueno, uno más que él otro. Pero con el mismo problema. No sabían como controlar su poder mental. Les ayudamos, los apoyamos…
         -Mia se enamoró de uno de ellos…- Interrumpió Beth. Sin impórtale cuanto se enojara- Y del mas tonto debo decir.
         -¡Beth! -Recriminó Luke, muy raro.
         -Nosotros decidimos hacer algo. Para impedir que los Rastreadores y los Darkness dejaran a los niños en paz. Los Eternit son los más acosados por estos tipos sin escrúpulos.
Cole era el estratega. El idealista, él que sabe como llevar las cosas.
         -Pensamos traer aquí a todos los Eternit que existan. Detener a los Darkness cuanto estén en nuestro territorio será una ventaja. El par que nos abandonó era el principio. Pero Jason. ¡Ese idiota persuadió a Patton para largarse! Pero creo que como han probado su miseria, volvieron.
Así fue. Me explicaron que la mayoría de los Eternit nacen sabiendo que lo son, bueno en mayoría sus familias se los explican. Y es un extraño suceso que yo lo sea teniendo unos padres humanos. Y dado mi caso debe existir algún chico por ahí con el mismo problema.
Lo importante era encontrar a los otros. Y eliminar a los Rastreadores. Deborah en realidad nunca pensó en matarme por ser la elegida de Zack, simplemente ya sabía que era una Eternit, y matarme por ello era su objetivo.
Y así como yo tenía a esa pelirroja y a sus gusanos, los demás debían tener a otros rastreadores tras ellos. Temí por sus vidas.

38 Atrapándolo


Cole recibió una llamada. Y sé que no era posible, pero vi a la mayoría olfatear y levantar las orejas instintivamente. Algo había aparecido.
         -Gracias por avisar. Iremos.- Pausa eterna- No. ¡Vasta! Los tuyos son neófitos. -Otra pausa, pero en ella, la otra persona hablaba- ¡No hace falta!- Luego me miró- Bueno solo a un par. Pero… no traigas a Jef.
Colgó. Se guardó el celular en los pantalones y estaba con una expresión más confusa de lo que creí que alguien podría tener.
         -Encontraron a Patton. - Nos miró sublime.- Y a sus rastreadores… Lucia vendrá, con su sequito. No podemos dejarla aquí, pero tampoco podemos llevarla.
Se refería a mí, era obvio.
         -Me quedo con ella- Sugirió Adam.
         -No, tú eres crucial para mí… Monique…
         -Los neófitos de Lucia no son malos. Déjala aquí.
Él ya no pudo negarse. Asintió de mala gana y salió de la casa. Todos menos Beth. Ella esperaría un poco más. Por si les tendían una emboscada. ¿Quiénes, los rastreadores o la manada de Lucia? No lo sé. Pero no se podían arriesgar.
Corrieron hacia afuera. Por desgracia yo tenía una silla a la que ajustarme. No pude bajar del pórtico y ver en la dirección en la que se iban.
Todos fueron detrás de árboles o arbustos para desnudarse y cambiar. Se podía escuchar el desgarre de sus pieles y el gemir de sus gargantas.
Y ahora le reconocía a Cole: Un lobo gris, que estaba instantáneamente junto a una loba café con motes rubios. Miriam. Los demás saltaron de donde estaban para encontrarse con el alfa. Adam, un lobo dorado salió de los arbustos. Y antes de desaparecer giró su cabeza para encontrarnos. Chica a lobo. Conectándonos, ojos lobunos a los míos, conectando los ojos de Adam a los de Melanie. Eran los mismos.
Los ojos son la ventana del alma, es cierto. Sus ojos no dejaban de ser la representación de la persona. Ellos podían cambiar, por fuera, pero por dentro jamás cambiarían. Y sus ojos eran la prueba de ello.
Por que los ojos de Adam eran iguales. Tiernos y chocolatados, y me decían que siempre cuidarían de mi. Decían que confiara. Y por un breve instante confíe.
09 de enero. 2012
Desaparecieron en la espesura. Dejándonos a Joe, Monique, Beth y a mi solos. Confiando solo en nuestros propios cuerpos y mentes.
Claro, ellos debían tenerse demasiada confianza, por que yo no podía confiar ni un poco en mi cuerpo, que estaba inmóvil de la cadera para abajo. Y tampoco en mi mente, que se debatía en tantos temas distintos a la vez que era ridículo creer que aun pudiese escuchar.

Los lobos, son algo así como recolectores, recolectores de Eternits como… yo. Ellos se pusieron esa meta… tener a todos reunidos. ¿Qué eso no era difícil? A pesar de los problemas que ellos sabían que eso conllevaba, lo iban a lograr… creía fielmente en ellos.

Tenía la vista en otra parte cuando de repente mi cabeza saltó en un desconcertante llamado.
-¿De verdad Rodrigo desapareció de la vida?
-¿Qué pasa con los shadows que conozco?, ¿Dónde están?
-¿Vendrá Deborah por mi? ¿Y si no consigue hacer su trabajo, alguien más vendrá por mí?
-¿Cuántos Eternit más habrán?
-¿Qué es mejor? ¿Una espesa neblina, una fría remembranza, una caliente salida o un reconfortante abismo?
Tardé en pensar mucho tiempo, y a todas las preguntas no les encontré respuesta.
Me llevó tanto tiempo que espabilé cuando escuche fuertes aullidos de dolor a lo lejos y cuando vi que Lucia apareció.
         -Ay que darles una fuerte caza ¿No Monique?
         -Así parece Lucia, así parece. Pero la manada se está encargando.

Lucia se parecía a una señora refunfuñona que vive con su propia jauría pero sin tanto cariño y buena compañía, gran diferencia entre Monique y ella.
         -Y…- Me miró con desprecio- ¿Quién es esta?
No me molesté.
         -Melanie
         -Si no me refería al nombre si no a la especie.
Pues debió plantear bien la pregunta. ¿La gente podía percibir o saber solo con verme que yo era diferente?
         -¿Para que quieres saberlo?- Inquirió Beth.
         -Eternit. -Fue demasiado rápida- Se le ve en todos lados. Solo hace falta verla bien para saberlo.
Se posó a mi costado, recargando su peso sobre el barandal, dando esa pose de autoconfianza que tanto me desagrada en las personas.
12/enero/12
         -Mason y Josh van a aprender algo esta tarde después de todo.

Me dedicó una sonrisa y volteó la mirada para ver a sus neófitos.
Seguí la dirección en la que había venido con mi vista y ahí estaban los dos chicos que ella traía consigo.
Me quedé perpleja al verle.
         -¿Josh?- Mencioné en voz clara, fuerte y confusa-¿Qué haces aquí?
Él me miró preocupado, de si mismo.
         -¿Mel? ¿Cómo es que me…?
         -¿Le conoces?- Ambos estábamos desconcertados, Lucia podía hacer esa pregunta a cualquiera de los dos.
         -¿Desde cuanto estás aquí?- Dije, ignorando a Lucia.
         -Siempre, voy a clases a la ciudad, pero vivo aquí. ¿Y tú?
         -Pero no eres un lobo.
No podía creer ver a uno de mis compañeros de clase allí frente a mis ojos, parte del sequito de lobos. ¡Imposible! Jordan no consentía a lobos entre los suyos. Y Josh era amigo de Sam, Brad y Connor.  Él era dueño de cenizas creadas por John. (Esa batería de las vacaciones de verano).
Me miró, y sabía que me estaba pidiendo no decir nada. Se acercó más a mí.
         -¿Por qué estas aquí?
Los dos no alteramos, éramos un par de prospectos tensos y encrespados.
         -Es más creíble para mí que fueses un Shadow a un licántropo.
         -¡Josh!- Le gritó Lucia- ¿Por qué se conocen?
Él se limitó a mirarle de reojo y continuó dirigiéndose a mí.
         -No debiste irte así. Zack está como loco, ha faltado a clases, se ha ido por días. Solo para buscarte. Ethan está irritable. ¡Todos están preocupados!
         -Eso no es nuevo. Es lo único que saben hacer.- Me quejé.
         -Incluso Jordan piensa buscarte. Los rastreadores han intentado tirar su casa.
         -¿Jordan?- Se alarmó Lucia, y Monique también se inquietó.
         -Si, Es un…
         -Sé quien es.
         -Mel. No debiste.
         -Yo me vine por mis propios motivos. -Señalé la silla.- No podía quedarme.
Mas rugidos y árboles cayendo se veían en la espesura.
         -Pero…
         -¡Mason! Ve a ayudar no importa que se nieguen.- Gritó Lucia, Monique asintió. Beth se impacientó, ella radiaba por querer ir a ayudar y pelear, pero también quería quedarse.
         -Mel, tu no sabes todo.
         -¿Qué? Ellos solo no debían preocuparse y fin. Estoy bien.
         -Es que no sabes todo aún. - Lo miré confundida- Carrie lo sabe.
Eso si me sorprendió, mas que todo lo que hizo Zack, mas que saber que no soy normal, mas que saber que hay metamorfosis de humano a lobo. ¡Carrie lo sabía!
         -¿Qué?
         -Ella lleva en Linne Moon desde que entramos en la preparatoria.
         -¿Por qué?- Estaba impaciente, alarmada, y creo que grité en vez de hablar.
         -Dan se la llevó.
Mis ojos se impregnaron de coraje. ¡Ella lo supo desde mucho antes que yo! Y jamás lo dijo. Nunca confío en mí como yo lo hice en ella.
         -¿Por qué?- La misma pregunta funcionaba.
         -Mel…
         -¡Solo dime!- Ordené, y no le dejaría hasta que me lo dijera. Mis mejillas comenzaron a arder. Nada me dolía más que saber que la persona en quien deposité toda mi confianza me mintió. ¡Le dije de mis sueños! ¡Ella quizá ya sabía que Zack existía! Pero jamás me lo dijo. Mi visión se nubló con odiosas lágrimas.
         -¡Rayos! Ella no se merece mis lágrimas. ¡Debí llorar por Rodrigo no por ella!
Elevé la vista al cielo, era un cielo nublado, oscuro, contrastado con mi interior.
         -Dan solo salió de Linne Moon para llevársela, Jordan le dijo que estaría mas protegida ahí. Pero se equivocó, prácticamente la están masacrando. Por eso ya no la hemos visto otra vez. Él se entrelazó. Su único amor eterno es una humana y si estaba en el santuario de los Darkness… no habría Rastreadores para asesinarla.
Parecía lógico. Pero aun así no la justificaba. Mis dientes rechinaron al tensar mi quijada.
         -Y aun así parece que no conocen a ese Jordan. Es un idiota.-Esa refunfuñona no debía hablar.
         -Lucia vamos adentro, empezará a llover y podrá convertirse en una fea tormenta.- Le sugirió Monique, pero sé que solo era una excusa para que ella no abriera la boca.
         -¿Quién es Jordan entonces?- Le inquirí, mas como un desafío que como una duda.
         -¡Ese idiota es el entrelazado de Kenya!
         -¿Y quién es Kenya?- Mis ojos ya no lloraban, eran parte de mi desafío, no podía creer en ella. Lobos y Shadows no se llevan bien, así que ella podía mentar pestes sobre cualquiera que fuese enemigo natural.
         -Mi hermana.- Dijo poco serena, mas molesta por confesar, pero el momento lo pedía.
No me lo creí.
         -Pero es una…
         -Eternit- No me dejó continuar.
            -A ella no la podemos resguardar, es una mujer madura, que sabe usar sus poderes y sabe defenderse mejor por si misma.
Me explicó Monique al ver el reproche en mi rostro. Por que nunca mencionaron a Kenya, solo me dijeron de los Eternit que estaban por atrapar. Otro aullido. Otro pino calló, este a un enorme río.
Me inquieté.
         -Si tú escapaste- Iba a reclamar, pero ella no me dejó- Ese hombre vendrá. Tiene sus propios ideales. No quiere ver sangre derramada, pero su especie nos obliga.
La miré y luego ya no. Todo se había vuelto tan confuso.
Lucia no paró de decir lo que quería…
         -Es obvio que eres una Eternit. Y es una ridiculez que estés allí sentada como la enferma que no eres. - Intenté decir algo en mi defensa, pero no me dejó- ¡Los Eternit NO se enferman! ¡No seas ilusa!
Ella no sabe de mí.
         -¡Idiota!- No le reclamé- ¡Vivo con una en casa, conocí a varios! ¡¿Qué puedes sentir?! Dolor de cabeza, mareos, náuseas, escalofríos, que te estás muriendo, sueños que parecen querer destruirte en cuerpo y alma.
Era un tasajo de vergüenza. Quizá era verdad, pero quizá no. Al ver que yo no reaccionaba, continuó:
         -Y los doctores ¿Qué te han dicho? Que no tienes remedio.
         -Moriré pronto.
         -¡Es normal!- ¡¿QUÉ?! ¿Cómo puede se normal eso?- Es el diagnostico mas sencillo, mejor prepararlo para una muerte a decirle que no sabemos que tiene. Ellos son idiotas, los médicos de la ciudad son idiotas sin experiencia, mi hermana vomitaba sangre. Estuvo así por horas. Fue tanto tiempo así que comenzaban a dudar de que ella fuera de este mundo. Obvio no lo dijeron. ¡Y tampoco nos dijeron cuando le inyectaron algo para matarla de una vez por todas! Pero ella está bien. Todo lo que sientes es parte de la revelación de tus dones. Es parte de ser distinta a los humanos.
Las lágrimas volvieron a mis ojos. Mis padres nunca me apoyaron. Y decirles que soy una Eternit. ¡Decirles que vengo de Marte y tengo antenas bajo el cabello no hace diferencia! No les importaría. De cualquier  forma ellos esperan que muera.
No hacía falta escuchar más.
         -¡Josh! Tienes que llevarme. - Le pedí.
Él miro consternado mis ojos implorantes y luego volteó para ver el veredicto emanado de las mayores, no las vi pero al parecer aceptaron.
Cuando menos lo pensamos ya estábamos cerca de los aullidos de lamento. Yo estaba en la espalda de Josh, aun no sabía si él podía cambiar o no. No tenía idea de que era o por que no estaba con los demás.
Una raíz que salía de la tierra era lo suficientemente alta para sentarme sin problema. Ahí me dejó. Estábamos tan cerca del peligro que me hervía la sangre. Sentía el miedo de perder la batalla que emergía de otros cuerpos, eso era lo que yo soy capaz de percibir. De sentir.
Metros, que parecían nada. Eso era lo único que nos separaba de los lobos y rastreadores.  De los licántropos relucientes e imponentes que se habían marchado solo se veían lobos con sangre emergiendo de ellos, en el cuerpo y el hocico. De la cantidad que había partido hace apenas minutos antes; cinco se debatían entre su fuerza y caer al suelo, y uno, especialmente uno estaba ya tumbado en el suelo, con la respiración atorada en su pecho, no salía con normalidad. Estaba tumbado, anhelando poder moverse si quiera.
Mi cara era un gesto incomprensible de angustia, pena, dolor ajeno. ¡Levántate, aguanta! Era todo lo que podía decir. Dentro y fuera de mí.
Sobrevive.
Adam. Adam. Adam.
Debes levantarte.




martes, 27 de noviembre de 2012

Felicidades a "Yokapano" 1er Aniversario




No es como si "Yokapano" hubiese funcionado realmente, porque de ser así... no creo que yo me hubiese animado a hacerme un blog yo sola... así que... aquí estoy para felicitar al mmm "grupo" que formamos ya hace mucho...
Un año pasó ya desde que la idea inició...
Apenas hoy me di cuenta de que ayer... 26 de noviembre es el 'Aniversario del Blog'  y bueno puse ya la entrada en el blog... siendo que no había publicado nada desde abril.
En fin... es mas por la amistad que por el éxito que se pudiese haber obtenido.

Estas chicas ya saben que las amo! Y que nada sería tan bueno si no estuvieran ahí.
CoraNya, Katsumi y tambien Halcali.
Porque nosotras cuatro iniciamos esto...
 Lindo primer año!!!



Saya Out!!!



sábado, 24 de noviembre de 2012

Día Especial!

Bueno, pues si no lo digo yo ¿quién? haha
Exactamente hoy es mi cumple, y sí, ando por aquí pensando en que si no me regalo algo yo pues... nada... eh querido hacerme una entrada y punto...
Y aprovechar para agradecer a las lindisimas admi del blog de Silent Words por felicitarme vía "tuenti" xD Muchas Gracias Hermosas!!! Son de lo mejor!

Y bueno.... no sé que darme, porque realmente esas felicitaciones son demasiado y... no sé. No quiero nada en especial... mmm
Bueno... una lista de los libros que tengo para leer y que desgraciadamente no eh aventajado ni un poco...

That Boy ---Jillian Dodd
Just a little Crush- Tracie Puckett
The Night Circus-- Erin Morgenstern
Bumped--- Megan McCafferty
Anna dressed in blood--- Kendare Blake
Breathe--- Abbi Glines
Enchanthed--- Alethea Kontis
Megan meade's guide to the Macgowan Boys- Kate Brian
October Breezes,-
Summer Sunsets -- Maria Rachel Hooley
Thirteen reasons why--- Jay Asher
Sean Griswold's Head--- Lindsey Leavitt
TheBoyfriend Trick-
The Boyfriend Game-- Stephie Davis
Twenty Boy Summer- Sara Ockler
Amy and Roger's Epic Detour--- Morgan Matson
Feather---- Abra Ebner
Just One wish--- Janette Rallison
Not that kind of Girl--- Siobhan Vivian
Los que aparecen en amarillo son los libros que ya comenzé a leer y el único en azul es el que estoy por terminar...
Asi parecen ser mas libros de los que creí.... Bueno... ahora pondré los que ya terminé de leer y haré reseñas mas adelante:

Sometimes it happens--- Lauren Barnholdt
Second Kiss--- Natalie Palmer
Kiss Crush Collide--- Cristina Meredith
Keep Holding On--- Susane Colasanti
Heart on a Chain--- Cindy C. Bennett
Besos de murciélago--- Silvia Hervás

Se ven pocos... rayos! Bueno... espero porder leerme la lista pronto.
Todos los libros de quí arribita me encantaron pero sin duda el mejor (aparte de Forever que no lo puse porque pues ya saben que lo leí) es el de "Besos de murciélago'' es un libro simplemente perfecto en su tipo hahaha y para mi claro está... ¡Como lo amé! En fin... 
Gracias por leer
Besos!!!





domingo, 18 de noviembre de 2012

Terminé lo que debía terminar FOREVER


Ya había publicado que amo infinitamente la trilogía de ''Shiver'' (Temblor)... 
Que había quedado fascinada con este ejemplar y que ansiaba leer el siguiente ''Linger'' (Rastro) y lo hice y me puse todavía mas feliz, porque iba avanzando y conociendo mas de la historia, pero temía mucho leerme el último ejemplar, porque significaba ponerle punto final a la lectura de la vida de Grace y Sam. Pero sabía que tenía que hacerlo... Y finalmente pude lograr el objetivo...

A mi punto de ver la sinopsis de ''Forever'' (Siempre) son un asco, porque realmente no dicen nada que no sepas... o nada que no sea obvio.
Tienes que leer el libro para saber que pasa, simple. 
El final, a lo que leí -hace bastante tiempo, porque pareciese que todo el mundo lo leyó menos yo- no les gustó el final, pues a mi ver, Maggie lo deja claro, conciso y a la vez te quedas con unas cuantas dudas, pero nada que no sea obvio (claaaro está muy claro no xD). Me gustó, hubiera deseado unos detallitos más, pero bueno, al fin me gustó.
Bueno eso me alegró la vida. Terminar la mejor obra de Maggie Stiefvater (a mi ver, o será porque no eh leído nada mas de la autora hehe).

Bien esto no es una reseña... pero pues... tampoco es otra cosa hehehe
Amo esta trilogía... ¿Lo había mencionado?








Gusto por Sufrir Capitulos 35 & 36

Si no hay coherencia... Disculpen hehehe Ni yo la encontré. Y si le entienden... Gracias por leer xD


35 Quebrantando


Solo tengo en la cabeza la imagen de Monique cuando regresamos a su casa. Y sus extremadamente cálidas palabras.
         -Así que ya sabes de nuestro secretito.
         -Y ni se esforzó en descubrirlo. -Le exclamó Beth.
Me preguntaron si quería saber más sobre ellos. Pero en realidad no, no por ese día. No esa tarde. Accedieron, las cosas eran más abiertas entre ellos y yo. Ahora si.

         -Llevas ya poco mas de dos meses sin ver a tus amigos ¿No los extrañas? Ni si quiera le regresaste la llamada a ese… John.
Ellos no eran sobré protectores, pero si eran buenos haciendo memoria de todo. Miriam, Beth y yo estábamos en una graciosa tarde en mi habitación nueva.
         -A veces, pero no les puedo llamar. Es complicado.
         -Llámales. Seguro te extrañan.- Me insistió Miriam.
         -No.
         -¡Ya! La hemos perdido, si dice No es No. Ya la conoces, déjala Miriam, sabes que no accederá.
Ella lo aceptó. Y recibió una llamada, estuvo por un minuto al teléfono, luego nos contó.
         -Era Cole.
         -¡Wow! ¿En serio? ¡No lo creo! - Se mofó Beth.
En vez de molestarse sonrió. Se acercó a la ventana y se recargó en el marco.
         -Dicen que el chico está cerca.
         -¿Qué chico? - Le pregunté.
         -¿Recuerdas el día fresco en la laguna?
         -Si.
         -Pues tú pudiste ver a Derek tras un chico de negro. ¿No?- Continúo Beth.
         -Si. Creí que era un rastreador, pero no lo conozco.
Beth entró en una crisis de risa.
         -¡Ese hombre! ¿Un rastreador? ¡Claro que no! Imposible. Un lobo antes de rastreador.
         -Lo hemos estado buscando desde meses atrás. Estuvo viviendo en casa de Monique, pero se escapó.- Dijo Miriam con una pizca de seriedad.
         -¿Escapó?
         -Si. No por que estar con ella sea una tortura o por que ella fuese mala. Es solo un idiota rebelde, que se creé con el poder de hacer lo que quiere.
         -Si no le gusta seguir reglas y eso. Si no le parecía la onda en la que se encontraba ¿Por qué está cerca?- Espeté.
Ambas chicas se miraron. ¡¿Nunca se hicieron esa pregunta?! Valla. Y yo soy la nueva en el tema.
         -Algo le atrajo. - Concluyó Miriam finalmente.
Eso fue todo.  Al catalogar a mis amigas, se podrían posicionar como:

Beth; la lobuna indomable y entrometida.
Miriam, mariposa que aletea libre, sin importarle más que su propia felicidad.
Mia un pétalo delicado, que se puede romper al mas mínimo toque.

Por la mañana yo estaba sentada en el sofá favorito del esposo de Monique. Ya era mi favorito también.
         -Ya casi lo atrapamos.- Dijo Derek triunfal.
Creo que fue la primera vez que le escuchaba hablar. Se dirigió a mí al reprocharme:
         -Aun no creo que me pudieras confundir con Cole. ¡Yo soy más guapo! Incluso de lobo.
         -Lo siento.
         -Mel vamos a recorrer el campo de batalla.- Me invitó Adam.
Accedí. No nos alejamos mucho de la casa, pero si lo suficiente para que nadie nos viera o escuchara. Del olor, mejor ni lo menciono, imposible esconderte para los licántropos.
Creí ver metros atrás a Miriam y Cole, haciendo lo suyo, pero no nos íbamos a detenernos a ver.
         -¿Te gusta este lugar?
         -¿Eh?
No entendí, podía referirse al bosque o a ese lugar en específico: la zona que nuestros pies palpaban.
Como sea solo dije que si. Él sujetó mi mano. Se me acercó nervioso. Yo no pasaba estas embarazosas escenas desde la secundaria. No quería pasarlas en ese momento con él. Acepto que no estaba mal. Nada, ni el chico ni el lugar. Pero… tal ve no quería que se notara lo novata que era. Solo besé aficionadamente a mi mejor amigo. Y nunca volvió a pasar.
Adam era realmente tierno, en todos los aspectos. Se preocupaba de la manada, de mí. De cada detalle. Él esperaba que cada cosa fuera igual de especial que la otra.
Y para cuando puso su mano en mi cuello. Frené. Apenada, besé su mejilla. Dándole a entender que eso era lo mas lejos que íbamos a llegar. Adam suspiró.
         -Oye no te culpo.- Me dijo.
Y mi cabeza gritaba en sintonía con mi estómago. ¡¿Qué?!
         -Me gustas mucho Mel. Pero eso no quiere decir que yo te deba gustar.
¿No ha besado a alguien más?
         -No. No es por eso Adam. Es solo que no… realmente…

…Realmente no sabía que responder. Rayos, no era buena en esto.
Y por suerte. Similar a la campana que salva a la gente de situaciones problemáticas, me salvó un crujido sonoro a una distancia considerable. Adam me miró.
         -Debo ir a…
         -Está bien.
         -¿Estarás bien?
Asentí. La casa no estaba lejos, podía regresar en menos de cuarenta segundos si me lo proponía. Y mas allá de mi se trasformó. No había un resplandor junto al cambio, solo el trastabillar de su piel, sus huesos… y todo su cuerpo.
No me acerqué a levantar su ropa. Él volvería. Me sentí realmente mal por él. Era obvio que ese ruido pudo ser de cualquier cosa a pesar de haber sonado tan fuerte. Él chico solo quería alejarse de mí por un rato, luego del rechazo Express que le había regalado.
Volví a la cabaña.
         -¿Todo está bien?- Preguntó Monique.
Mi cabeza empezó a dar vueltas. Mi corazón empezó a bombear con una fuerza descomunal. No me sentía bien, en ningún aspecto. Solo pensaba ¡valla que te habías tardado en empezar cuerpo!
Miré las paredes de un raro color. Sabía que eran blancas, pero en ese preciso instante, pasaban de verde a lila, y luego de azul a negro. Y me desplomé. Mis piernas ya no eran mías, ya no me correspondían. Al caer me golpeé en la cabeza y cerré los ojos.
No supe más de mí.











36 Soleado para llover


Desperté en el hospital con mi hermana ahí de pie preguntando por mi estado. Ese no era Rick mi saca entrañas, pero bueno, era un medico al final de cuentas.
Salimos del deprimente lugar con grandes diferencias:
1-Yo no podía caminar.
2-A veces veía las orejas de Mark más grandes. (Pero eso siempre a sido así, si lo pienso)
3-Llevábamos en el maletero una silla de ruedas.
4-No tenía idea de quien sabía de mí ahora.
Eso último fue puesto al descubierto rápidamente. Por nada más ni nada menos que mi querida hermana.

Ya estaba en mi habitación bajo el edredón negro con estampados florales.
         -Lo siento mucho Mel. Pero al ver a esa señora- Se refería a Monique- sentí que era imposible mentirle. Y nos ha ayudado bastante.
         -Ya sé. Siempre supe que no me iba a durar tanto la función. Solo hace falta mirarme, estoy aquí sin siquiera poder ir al retrete sola.
         -¿No estás molesta?
         -Algo, pero no por que lo ayas divulgado a todo el pueblo…
         -¡Oh! Si te haz enojado.
         -No, no, no. Es en serio, no me molestó…
         -¡Ay por favor! ¿A quién engañas?
         -No, solo, a la próxima elijan un pueblo el triple de pequeño y no hay problema.
         -Ah, Mel, eso nos dejaría con nuestra casa y un establo abandonado.
Es cierto, se veía tan pequeño. Y triplicar eso lo convertía en el lugar más diminuto del universo. No entiendo como es que hay tantos estudiantes en el Instituto.
         -¿Todo bien?- Preguntó Mark.
Este tipo es de lo mejor, siempre preocupándose por mí. Y soportando mi peso al subir las escaleras.
         -Casi.- Le dije.
         -¿Te hace falta algo?
Sabía que si le mencionaba lo que de verdad necesitaba, este matrimonio terminaría en una fuerte depresión. Pues les habría dicho: Si, mis piernas moviéndose otra vez. Pero jamás les haría algo así a ellos dos. Eran lo máximo, mejor que mis padres. En días no había pensado en ellos.
         -Si. Una enorme pizza con extra queso.- Preferible.
Ambos sonrieron. Mil veces verlos reír a verlos llorar por mí.
Y eso cenamos. ¡Agradecidos estamos de que en el pueblo aya una pizzería con creaciones deliciosas!

***

Fría mañana. Creo que eran las ocho o nueve. Y el auto de Mark estaba fuera de la casa de Monique. Él y mi hermana bajaron para hablar con ella y Joe. Volvieron y Mark abrió mi puerta. Por desgracia, yo estaba mas que apenada. Se supone que todos, todas las personas que conozco saben casi perfectamente lo que me pasa.
         -Es hora- Recitó Mark.
Ambos suspiramos. Y antes de que pusiera sus manos bajo mis muslos para levantarme apareció Cole.
         -Déjame hacerlo. - Le pidió a mi alegre cuñado.
         -No me tires- Pedí yo.
Solo sonrió y me llevó dentro de la casa. Pude ver a Mia, Beth y Luke allí. Detrás de la puerta estaba Miriam. Mi hermana entró detrás de Cole. Que me puso en el sillón, pero no era el favorito de Joe, era el cercano a la entrada. Puse la manta rosa que Mark me había dado sobre mis piernas, hasta cubrirlas por completo.
         -Volveremos pronto- Me dijo Jean.
         -Estaré bien, no te vallas preocupada.- Exclamé.
         -Es cierto Jeannette, no pueden irse pensando si la niña está bien o no. Ella estará aquí, así que pierdan cuidado.- Especuló Monique.
         -Lo sé. Eso no es lo que me preocupa…
         -Sabes que estaré bien, pero no por cuanto estaré.- Concluí.
         -No te voy a mentir. Así es.
         -Para cuando vuelvas estaré aquí, no lo dudes.
         -Tal vez vuelvo hasta mañana. - Ahora se refería a la anfitriona y no a mí.
Ella le dijo que no era problema. Y mi hermana y su esposo partieron a Nueva York. Sus empleos eran complicados. ¡Ja! Un empleo me superaba.
Era un día muy iluminado, y mi interior se sentía muy depresivo.
         -Perdona por como te traté Melanie.- Le escuché decir a Mia, pero no me lo creía.- Te juzgué sin conocerte.
         -Debes entender lo que una loba piensa al ver a una niña medio humana en su territorio. No es muy cómodo.- Ayudó Beth.
         -No hay problema. Entiendo.
Claro que dejé lo de ‘‘medio humana’’ pasar. Yo no quería verlo, pero tampoco iba a entrar en una crisis de negación.
Monique anunció el desayuno, y todos fueron al comedor, menos yo, pero Cole me llevó a un asiento cercano, para poder observarlos. Tomar tanta medicina te quita el apetito considerablemente.
         -¿Dónde está Dick, Mia? - Cuestionó Joe que estaba allí.
         -Trabajando. Sé que no debería, pero me insistió en quedarme. Tomó mi lugar.
         -Lo único que conseguirán con eso será que te despidan- Advirtió Cole.
         -¡Ya Melanie! Comienza a hacer tus preguntas sobre nosotros- Gritó Luke.
Miriam lo miro fijamente.
         -Apuesto que estás ansioso de contestar ¿no?- Le dijo.
         -Algo.
         -Bien ¿Qué saben de las otras especies?- Complací.
Todos comían como animales, especialmente Luke. Sus instintos llaman con tocino en la mesa.
         -Las otras. Pues los vampiros son ancianos (en mayoría) Y hay otros.
Miriam no tardó en contestar.  ¿Mayoría? Los shadow también lo pensaron. Que aun quedaban unos vivos y jóvenes.
         -Yo conozco a los shadows. Sé que existen los Darkness. ¿Qué hay con ellos?
         -Fácil. -Contestó Beth- Son un grupo de inútiles que dicen poder contra nosotros. Los Darkness son una bola de viejos odiosos que tienen el ego por encima de sí mismos.
         -Es cierto.- Siguió Luke tragando bocado- Creemos que solo quedan cuatro de esos ególatras. Esos cobardes mandan rastreadores para hacer sus trabajos, por que ellos no pueden. En mi opinión, unos completos perdedores.
         -Los eh visto.- Dije, me miraron con exasperación- A los rastreadores. Ellos fueron por mí. A mi antiguo hogar.
         -Creo saber por que. Tú no te sorprendes con facilidad, ¿no? Ni con lo de tu enfermedad. -Alentó Monique.
         -Eres una Eternit.- Finalizó abruptamente Joe.
         -¿Qué? - Mencioné incrédula. Por desgracia creo que así era.- Díganme como reconocen a uno. La forma en que saben que es un Eternit.
         -Son muy atractivos. - Empezó Beth. Suspirando con el hambre que suele demostrar Jackie por los hombres. - Tienen visiones de lo que pasará.
         -¿En que momentos?  Quiero decir, que si existe uno especifico.
         -No. Algunos cuando cierran los ojos y visualizan algo, otros al dormir, unos en cuanto parpadean. ¿Imaginas? Que difícil ah de ser no poder parpadear ni una vez por que las visiones catastróficas se hacen presentes.
         -¿Cómo lo saben?
         -Tuvimos a un par de Eternit aquí. Hace dos años.- Dijo Monique.
         -Uno de ellos olía a Eternit. El otro olía a diferencia.- Dijo Cole.- Y creemos que él chico más raro de los dos, en realidad era un vampiro que no sabía de su propia identidad.
Gracioso, por que yo tampoco sabía de la mía. El símbolo en mi hombro decía más que mi vida entera. Y no tenía idea de cómo sobrellevarlo.