Pliegos Entintados

lunes, 27 de agosto de 2012

Capitulo 3---Mi novela- Hanna & Alexa

Uno más. Todo ha sido sacado de mi imaginación. Toda la historia ect etc. Asi  que espero que os guste



3- Alexa

Existen tres categorías de linaje entre los vampiros.
La primera: los Rectos o rectores, son los que lideran y crean a sus grupos. Si ellos no existieran la raza tampoco. Los rectos se encargan de crear a la segunda parte del linaje: Los Sequos, que no son de sangre pura, son el ejercito personal que los rectores crean para sus beneficios; finalmente están los transformados por Sequos: Plejios, estos no pueden transformar a ningún humano con su mordida, por lo cual, los Rectores siempre buscan crear pocos Sequos que se encarguen de crear a sus señuelos o súbditos, que no tengan forma o poder de vencer a sus rectores, solo los crean para que obedezcan. Los rectores son capaces de procrear vida. El tiempo en que los hijos rectores se estancan en el tiempo varía en cada individuo dependiendo de su progenitor y la decisión del mismo; pero en la mayoría de los casos ninguna de las anteriores repercute en el suceso, ya que todo depende de los días que desde nacer les son concedidos.
Bien, eso es todo.- Concluyó Janelle.
Google siempre tiene de todo, le pedí que investigara sobre la metamorfosis vampiresa, había tantos relatos sacados de películas ficticias, que este artículo pareció más convincente ya que no se parecía a ninguno del resto. Era autentico.
         -Lee otro, seguro un fanático lo inventó.- Le pedí.
         - Hemos leído artículos toda la tarde. ¡Otro no por favor! Seguramente, es lo típico, si uno no te muerde no hay cambio, mira a Simon y Cail. Pregúntales.
         -Si fuera así de sencillo, ya sería una vampira. ¡No Janelle! ¡Por favor!
         -Mira- Señaló la pantalla- Si tuviera que creer en una página de este tema, le creería a esta, por que mira que imágenes tan ‘‘realistas’’ y mira, lo obtuvieron de un libro finlandés que en realidad es de alguna parte de Italia…
         -¿Y?
         -Que es el libro confiable de Brenna, debiste pedírselo. No me hubieras obligado a leer tanto… En serio Alex, esto es cosa de las amantes de los chupadores compulsivos, Brenna, Megan y tú.
         -A Hanna también le interesa…
         -Claro que no, lo detesta, lo único que ella quiere saber es por que están aquí, y por que lo ocultaron y luego de confesarlo no terminaron con ustedes dos.- Me inquirió.
         -¡Bien! Entiendo. Terminaré esto yo… mañana voy por ese libro.
         -Me alegra escuchar eso por que es tarde, debo irme a casa.
Tomó su mochila de la cama, se la colgó al hombro y salió de mi habitación. La acompañé a la salida y se fue.
Fui a sentarme al sofá por un momento, y analicé lo evidente.
La cosa era esa, no debía ser así pero, era inevitable, me había enamorado de Trevor desde que le conocí de verdad… un poco mas a fondo, que en realidad no era mucho, ya que el no mostraba sus emociones a nadie casi nunca.
En muchas ocasiones creí que si me convertía en lo que él es, se fijaría en mí. Era una afición que se me había fijado a los huesos. Hanna en cambio, anhelaba que esos ‘‘monstruos’’ no existieran, que todo fuese un mal sueño y al despertar de el, Ray siguiera siendo él mismo, que ese beso no ocurrido fuera el causante de toda la desgracia.
         -Te convertirás en una estatua.- Me dijo Hanna al sentarse frente a mí.
         -No te vi.
         -Lo noté… ¿qué piensas?
         -Nada, bueno pienso en que llegará el momento en que tus padres me cobrarán una cuota por quedarme aquí.- Mencioné sin hilo de preocupación.
         -¡Eso nunca boba! Eres parte de la familia.- Me apoyó con una risita difícil de comprender.
         -Todo por culpa de mi madre despreocupada.- Le recordé.
         -Nada de eso… No lo recuerdes, piensa en el lado positivo de la historia, vives aquí con tu mejor amiga. Eso en cualquier caso suena divertido.
         -En otro caso.
         -Y cuando nos independicemos viviremos juntas- Ignoró lo que dije- Será increíble. Las dos compartiendo un departamento, nada ostentoso, por que sabes que no somos de lujos. Y me alimentarás con las deliciosas cosas que crearás, yo compro los víveres tu los cocinas ¿recuerdas nuestro acuerdo?
Parecía tan inocente, tan decidida a cumplir con sus palabras. Pero ambas sabíamos que esas eran palabras antiguas, de otra vida, de otro sueño y era muy poco probable que eso ocurriera.
         -Creí que vivirías con tu novio.- Era bueno fingir que nada pasaba de vez en cuando.
Ella rió ligeramente.
         -El día en que tenga un novio haremos una fiesta… ¡Y será grande!
         -Habrán globos de colores…
         -Y para ti… algo de cerveza, para alegrarte el ambiente.
         -¿Qué haría yo sin ti? Ninguna amiga es tan considerada.
Sentí una melancolía fugaz. No había razón para sentirla pero ahí estaba.
         -Yo estaría perdida sin ti.- Me sonrojó.
         -Pero no más que yo. ¿Quién más me levantaría en las mañanas?

Ambas reímos. Fue un momento para las dos, un momento que esperaba se quedara en mi memoria, como uno de esos pocos relajados y entretenidos que no necesitan de estereotipos ni arreglos falsos para ser especiales o memorables. Así era… y así fue.

Yo una chica de nombre perdido en casa de unos extraños con buenas intenciones.
Yo, Alexa en casa de los Klein, por que mi madre no pudo hacerse cargo de mí.
Yo con Hanna, por que somos amigas, por que nos complementamos con lo que una y otra tiene.
***
La cafetería era desagradable, nunca me ha gustado, pero a Hanna si, son ese tipo de cosas en las que jamás concuerdas con tus amistades.

Curiosamente ella no había sido la que me llevó casi a rastras. Fue Denisse, que no paró de hablarme sobre comer uno de sus grandiosos sándwiches de atún ‘‘por que su mayonesa con ese ingrediente desconocido a la par del maravilloso atún crean magia en tu boca’’ eso dijo ella. Pero para mi la lechuga sabía a tierra. Mil veces preferiría comer el estofado de res que la madre de Hanna hace casi todos los lunes. Porque cree que es un bueno para el inicio de semana. Para mi sabe a rayos y aun así le prefiero que casi todo lo que tienen en ese lugar.
         -Yo sé que te vuelve loca ver a Trevor, eres como su más grande fan. Y dijo que vendría, supuse que eso te encantaría.
Si que había aprendido a conocerme bien. Estaba apunto de decirme algo cuando la entrada resonó al tintinear de la campana… alguien había entrado, tenía el olor parecido a Trevor pero no se comparaba… Era Seth que iba en compañía de otra loca enamorada como yo: Megan.

La historia entre ellos realmente no me importaba, pero luego de escuchar de todos que entre ellos había algo desde hace mucho, era de esperar que supiera de qué iba con los dos.
Seth un rector –según lo que había obtenido de Google- y ella una chica normal. Aquí la historia era especial ya que ambos se quieren.
¿Cómo es que Seth se pudo fijar en alguien tan simple y Trevor en mí no?
No lo reprochaba ni nada, sólo lo preguntaba. Les deseaba lo mejor, pero me daba una onda negativa para conmigo.
         -No te pongas dramática ni nada.
         -¿Esa eres tú no?
         -No, solo cuando es necesariamente necesario.
         -No intentes mentirte Denisse.
El sándwich había llegado a la mesa. Y las cosas se habían cocinado con esos dos por que abandonaron el lugar mas felices que cuando llegaron.
         -Mira tras de ti lentamente.- Me imploró.
Así lo hice.
Ahí estaba. Pero no me miraba, esperaba que algo le trajera a mi mesa, que algo lograra hacer que se sentara junto a mí… Denisse le saludo con la palma de su mano y pude escuchar el golpeteo de sus zapatos contra la baldosa acercándose…
         -¿Comes?- Le preguntó a Denisse.- Irónico, debería ser al revés.
Se refería al enorme plato con sándwiches que ella tenía y el vaso con limonada que yo sostenía.
         -¿Y tú?- Intenté que me mirara, que exhalara una palabra para mí.
         -Creí que hablaríamos- Me evadió.
         -Pues hablemos…- Invitó ella.
         -No, veo que estás ocupada, otro día será. Gusto en verte.
Golpeó la mesa con un toque de gracia y empezó a alejarse.
         -¿Soy tan molesta?- Pregunté al aire.
         -Alex, no tiene importancia. Déjalo, no vale tu desprecio a ti misma.
         -Yo creo que sí… ¿me disculpas?
Trevor todavía no abandonaba el establecimiento cuando pasé a su costado. Desaparecí mas rápido de lo que él pudo fingiendo normalidad.
Mi mochila bailaba al compás de mi trote indomable.
Para este punto lo mejor era esconderse bajo las mantas de mi cama. Ese era siempre mi plan de sábado perfecto.


2 comentarios:

  1. Hola guapa!!!!
    Qué tal va el blog???? Buff, hacia unos días que no me pasaba y has colgado un montón de cosas. Así que me he puesto manos a la obra a leer y comentar. Ja, ja.
    He estado pensando en algún título como pediste en la anterior entrada, pero... Ha sido desastre total por mi parte, ja ja. Si no se te ocurre ningún título, no te preocupes, te acabará llegando. Sólo necesotas no pensarlo y te vendrá sólo...
    El capi me gusta mucho... Pobre Alex... ¿Por qué Trevor no se fija en ella? Desde luego, la chica está un poco perdida y Hanna es... Demasiado lógica.
    Está genial, de verdad. La forma en que cuentas las cosas es muy fluída y se lee en seguida. Lo peor de todo es que me he quedado con demasiadas ganas de leer más... Ja ja :)
    Sigue escribiendo así y no te preocupes por el título, acabará llegando.
    Besos guapa :D
    By Triss

    PD: Ultimamente los códigos para publicar los comentarios son muy difíciles :( Jo... Me cuesta un montón de tiempo poner comentarios, esto es ocsa de los de blogger...

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    Respuestas
    1. Gracias por pasarte!!!! Y gracias por tratar de encontrarle un nombre, supongo que si... ya llegará jaja.
      Y si eso de los comentarios es muy molesto! Creí que eso no pasaba con mi blog, ¡rayos!
      En algunos blogs no ocurre eso u,u Debe haber forma de que no sea necesario.
      Bueno, que bueno que te ha gustado :D

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