Vamos avanzando :D
25 Siendo yo
Era un precioso domingo por la mañana.
Pero ¿Qué no está nublado o con lluvia cuando pasan tragedias? Bueno, eso era
lo que había visto en centenar de películas. Alguien muere: lluvia inminente.
Siempre cuando entierran al difunto. Es, como la ley de Hollywood, incluso en
las películas animadas.
Y si me detenía a pensarlo. Cuando se
supone que enterraron a Rodrigo tampoco llovió. ¿Algo prohibía la lluvia en la
trágica ciudad de Arizona?
Eso me hizo acordarme también de los
Shadows. Los días trágicos anti-lluvia quizá eran producto de alguno de ellos.
Y sus dones, como dijo Jordan que los llamaba.
Por suerte Jeannette hizo el desayuno.
Mamá pasaba tanto tiempo comiendo fuera, que creo que se le olvidó como
cocinar. La reunión familiar era imponente. Todos los miembros en un mismo
sitio. Ese evento ameritaba que se usara el comedor para un simple desayuno.
Un triste, demasiado triste, opaco y
casi nuevo comedor de ocho sillas, para seis que conformaban mi rota familia.
-¡Qué
gusto me da ver a la familia reunida así!- Le dijo mamá especialmente a Jean,
que no nos visitaba con nada de frecuencia.
-Es
un placer tenerte aquí Mark- Le dijo Frederick, Fred, mi padre.- ¡Ven cuando
quieras!
-Si
lo invitas quiere decir que… estarás en casa ¿no? Por que si no vas a estar,
pues, no veo por que invitarle.- Dije a la ligera.
Y yo sabía más que bien, que, incluso
mamá alguna vez pensó eso, pero no quiso mencionarlo.
-Te
hace falta tu viejo eh querida.- prácticamente ignoraba mis palabras.- No te
preocupes, estaré en casa mas tiempo.
-¿Cuál
es la razón? ¿Todo marcha bien?- Le preguntó mi hermana, dándole un gran sorbo
a su café.
-Todo
está perfecto. Lo que pasa es, que pude recortar horas en mi trabajo. Ahora
estaré más tiempo en una oficina que en un avión. Lo cual me garantiza estar
más tiempo en casa.- Considerablemente feliz.
-Eso
es grandioso- Dijo Jeannette.
-Me
alegro por usted señor.- Le dijo Mark. Tomando de su leche des-lactosada.
-Muchas
gracias. Más tiempo para la familia- Les dijo. Con una sonrisa mas hipócrita de
la que jamás le vi.
-No
me habías dicho nada Fred- La conmoción de mamá era enorme.- ¿Desde cuando?
-Oh
siempre pude. Solo que me pedían favores, no podía negarme ¿entiendes? Luego mi
jefe pensaba que era mi trabajo, me daba encargos, me es imposible fallarle.-
Se dirigió a todos- Ya saben como soy.
-Pero,
eso no va a afectar tu bolsillo ¿verdad?- Le preguntó Fer. Demasiado preocupado
por sus problemas que por su familia.
Desgraciadamente la sonrisa de mi
padre estaba más abierta que antes.
-¡Claro hijo!
Eso no debe inquietarte.
-Entonces
¿por qué no lo hacías desde hace tiempo?- Al parecer si se preocupaba un poco
por tener a su papá cerca.
-Ya
te lo dije. Favores. Y a veces el dinero aumentaba y…
-¡No!
- Interrumpí a sus farsas- ¡No, eso no es cierto! La única razón por la que no
estabas aquí como ahora lo harás era por mí! ¡Por mí, y por que no soportas la
idea de verme morir! ¡No soportas la idea de tener a una hija enferma en tu
casa!
Lo bueno era que yo ya había casi
terminado mi imperfecto desayuno. Me podía ir sin pena con Jean.
Si en ese momento me fuera, nadie lo
notaría.
Sonó el timbre. Mi sorpresa
instantánea al ver a Zack tras la
puerta. Mi madre gritó preguntándome quien era. Y yo le grité satisfecha que me
buscaban a mi. Seguro ya estaba esperando a una de sus ridículos prospectos de
amigas.
-Hola.-
Dijo feliz. Regalándome lo que mas amaba de su rostro: una perfecta sonrisa;
junto a su mirada penetrante y cautivadora.
-¡Hola!-
Mi entusiasmo no era de este mundo- Espera- Tomé mi sudadera color verde y
salí.
-Espero
que no sea un mal momento. Estaba… bueno realmente no sé, solo quise venir a
verte.
Me reí a eso.
-Eres
más oportuno de lo que crees. Es más, debo agradecerte.
Bajamos los cuatro peldaños de la
entrada y caminamos un poco acercándonos a la acera. Detrás escuché el crujir
de la puerta al abrirse con la enorme silueta de mi padre tras ella.
-¡Melanie!
- Él también creía que carecía de mi capacidad auditiva, como mi madre- ¡Ven
aquí! Regresa, tu madre quiere hablarte.
-Aun
dices eso- Esa orden me molestó muchísimo más que cualquier pelea que aya
tenido con Ethan.
Si alguien podía con su frío y déspota
comportamiento sacarme de mis casillas; ese era mi papá. Él me despreciaba tan
solo por que me pasaba algo. Algo que yo jamás elegí. ¿Por qué lo sé? Fácil: Cuando
mi madre se embriagaba o se enojaba conmigo era lo único que me decía:
-¡Y
tu padre no está aquí por tú culpa! ¡Por tu maldita culpa, Melanie! ¡El estaría
a mi lado si no fuera por que eres una … enferma!- A pesar de estar bajo los
efectos del alcohol o la ira, intentaba no decir palabras altisonantes, no por
respeto, por temor a que los vecinos escucharan.
Y para finalizar siempre agregaba:
‘‘¡Por que te estás muriendo y te tiene lástima!’’ y yo le agregaba leña al
fuego.
-¡¿Y
tú no?! ¡Tu también tienes lastima de mí! ¡Tú desearías que ya estuviera
muerta, para que volviera!
-¡NO MAS QUE ÉL!- Ese abrupto final es el causante
de que prefiera evadir a mi propia madre. Intentaba hacerme creer que las cosas
hirientes que me decían eran producto del estrés, del alcohol y las bajas
mejorías de mi estado.
Pero era imposible, ni si quiera eso
le daban el derecho de decirle a su hija que esperaba que se muriera.
-¡Ella
te mandó! Solo vas a fingir que te disculpas. Pero yo no quiero escucharlo.-
Grité con tanta rabia como pudo salir de mi.
-¡¿Qué
dices?!- Él también, no pudo esconderse más- ¡La única que debe disculparse
aquí eres tú!
Salió de la casa. ¡Que pena por él!
Por que exponía su verdadero ser a la sociedad, lo cual siempre le importó,
siempre le importa. Por eso aceptó mi decisión de no mencionar mi enfermedad a
nadie.
-Eso
te encantaría pero no… Mírame ahora. Te estoy haciendo un favor ¡Me voy-
refiriéndome al momento y al día siguiente.- Increíble que no te de vergüenza
hacer esta escena en publico.
-¡Fred!-
Le gritó mamá calmada, como si eso no tuviese la más mínima importancia-
Vuelve, deja que se marche.
-Papá.
Cálmate. Tu sabes que lo que dijo es cierto.- Le dijo Jeannette mientras salía
a su encuentro. Mark también, pero solo como defensa, él no se iba a meter,
perfecta idea.
Me alejé un poco más. Zack un par de pasos mas
atrás de mí.
-¡Tú
no sabes nada! Apenas eres una niñita inútil, tú no entiendes. ¡Hago todo por
estar al pendiente de ustedes. Y lo único que sabes decir, son puras tonterías.-
Me reprochó sin pena de nada. Zack se acercó. Sentí como su garganta anhelaba
decir algo, pero su cabeza se lo impidió.
-¡Papá!
¡Vasta de esto, vuelve adentro y cálmate!- Dijo Jean.- Mel, ve con tu amigo,
nos iremos después. ¡Mark!
-Si,
eso no es nuevo ya sabes.- Mark se acercó a mí, así que también a Zack. - Así
que sabes, que las tonterías que te diga…
-Son
ciertas- Concluí en su lugar.
-No
Melanie, no lo son. Y eso te lo demostraremos. Todo va a cambiar, no te
preocupes, nosotros arreglaremos tus cosas. – Cosas, mi equipaje. El final de
esta vida.
Me tragué mis lágrimas, como si aun
tuviera una pizca de orgullo.
-Pero
es verdad.
Me alejé de ahí. Tan rápido que no me
di cuenta si Zack me seguía o no. Y por supuesto prefería que no. ¡No quería que
nadie me viese llorar! No por lastima hacia mi misma.
26 Demostrando
El parque infantil era la única rápida
vía de escape sin tanta gente viendo alrededor. Mis torpes piernas no me
dejaron avanzar mas allá, ni siquiera me permitieron encontrar un asiento, solo
me desplomé, frente al árbol mas escuálido, me hacía honor. Éramos iguales,
ambos quebrándonos más pronto de lo que debiésemos.
Caí de rodillas. No me di cuenta del
daño en ellas.
-Mel.
Tan solo eso escuché de su quebrantada
voz acercándose a mí. Ese era un espejismo, era mi reflejo manifestado en su
voz. Voz rota igual que mí ser. Pero con la gran diferencia de que en su caso
se debía al hecho de que estaba agitado por correr; yo en cambio estaba rota
por el hecho de vivir.
31 dic. 2011
-Es
mejor, que te vallas. - Dije, escondiendo mi cara en la dirección contraria.
-Claro
que no. ¿Qué crees, que me voy así sin más?
-No,
pero realmente eso espero.- Intenté ponerme de pie. Lográndolo. Me encorvé.
-¿Por
qué dijeron eso allá?
-¡No
importa! Lo dicen siempre. Déjame por lo menos un minuto sola- Sonó a petición,
obvio que eso no era lo que quería.
-Pero
quiero ayudarte…
-Me
ayudas alejándote… un poco.- Me volví para verle a la cara- ¿O qué? ¿Te crees
con el privilegio de verme llorar?- Hice gesto parecido al que se hace cuando
intentas sonreír; pero no se puede.
No esperé respuesta. Caminé
apresurando mi paso tanto como pude, secando mis lágrimas; que no se detenían,
pero no me hacían entrar en llanto.
Impresionante como puede mejorar y
empeorar el olfato y visión de las personas pasados tan solo unos pequeños
segundos. Hasta mi percepción se tornó fatal.
De pronto pasos y sus brazos
rodeándome aparecieron dejándome indefensa.
-No,
imposible dejarte.- Se refería al instante y a lo que ocurrió. Ojala se hubiese
referido a todo, a no dejarme nunca; pero yo era quien lo hacía.
No pude contenerme. Lo abrasé igual.
Dejé fluir mi llanto más de lo creíble. Y Zack no se molestó en inmutarse, ni
un poco. Ni siquiera cuando su sudadera quedó empapada con mis lagrimas. Ni
cuando lo apreté con fuerza contra mí.
No significaba un paso en la intimidad
de nuestros cuerpos y mentes; solo me demostraba solidaridad. Me mostraba que
él estaba ahí para mí, apoyándome, a pesar de que no nos conocíamos lo
suficiente.
Me encanta!!!!!!!!!!!!! Oh pobre Melanie, está tan rota por dentro... ¡Qué pena que se vaya porque eso significa estar sin Zack! ¡Qué mal!
ResponderEliminarBueno, siento mucho no haber podido leer antes, pero entre las clases, los amigos, escribir, estudiar y poco más, casi no tengo tiempo ni para mi misma (ja ja xD).
Sinceramente, me encanta como escribes Saya. Tienes un estilo muy absorvente. Ja ja, me encanta.
Sigue escribiendo y colgando capis guapa,
besos :D
By Triss
¡¡¡Ooohh!!! Mel...está muy rota por dentro, se tiene en tan poca consideración...Necesitaba desahogarse...
ResponderEliminarTambién me da pena Zack..porque no comprende ni tampoco sabe nada de todo eso. Le dolerá mucho si lo descubre pero la pregunta es...¿seguirá queriendo estar con Mel al saber que va a morir?
Supongo que pronto lo descubriremos.
Saya estos capítulos me han encantado. Creo que de todos los que llevas con los que más me han emocionado. Por fin Mel ha dado libertad a su sufrimiento y lo ha mostrado.
Siento no haberlos leído antes, pero estoy igual que Triss con los examenes, deberes, amigos y bueno, que no tengo casi nada de tiempo.
No tengo tiempo de leer más, así que me quedo con muchísimas ganas de saber como continúa y con la intención de seguir mañana, aunque no lo sé seguro porque tengo que preparar bastantes cosas mañana.
Lo intentaré ;)
Sigue escribiendo así guapa :D
¡¡Besos!!